María Carmen Bello (Yuyo) y Jaime Winkler desarrollaron en México la modalidad del Cinedrama desde los años 80. A fines del año 2000, el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias de la U.N.A.M. los invitó a trabajar en un ciclo de cine de Tarkovski. El Centro organizó una serie de conferencias sobre el tema, y la exhibición de todas las películas del cineasta, incluyendo un documental sobre él de Michal Leszczylowski. Inmediatamente después de cada película, se realizaba un Cinedrama. 

El proyecto se llamó “El tiempo, lo místico y lo onírico en la obra de Tarkovski”. Era, antes que nada, un proyecto de trabajo interdisciplinario: cineastas, filólogos, filósofos, científicos, políticos, antropólogos y sociólogos iban a analizar la obra, cada uno desde su punto de vista. La tarea, en cambio, no era analizar el cine de Tarkovsky desde el punto de vista psicológico, sino trabajar el material de las películas con el público. Se propusieron algunos objetivos específicos:
• investigar en acción
• ofrecer un espacio vivencial de aprendizaje y reflexión sobre un tema
• conocer la resonancia del cine de Tarkovsky en la gente, en la audiencia.
 

El resultado, como siempre que se trabaja con psicodrama, fue mucho más allá de estos objetivos: el público hizo verdaderas construcciones artísticas colectivas, a veces muy bellas, la “otra película” como se decía en broma en el equipo. Los temas de las películas se elaboraban, se ponían a trabajar. El grupo iba creando un sistema de valores y reflexiones sobre la guerra, la justicia, las relaciones interpersonales, la amistad, el amor, la realización personal. A lo visto y pensado, se agregaban los sentimientos despertados por las películas, sentimientos que se compartían en el grupo. A la manera espontánea y sin pretensiones del psicodrama, se acercaba la psicoterapia a la comunidad, respetuosamente pero no sin profundidad.
 

El Cinedrama puede considerarse un método o modalidad del Sociodrama , tiene la posibilidad de poner los temas personales y grupales en acción, pero su especificidad esta en que toma de una película en particular un punto de partida para elaborar la resonancia que este material cinematografico tiene en los participantes y en el grupo. Agrega la improvisación y la importancia del impacto estético. Tiene pasos y técnicas a implementar en un modelo para ser utilizado en proyectos de prevención masiva.
Sus dos pilares fundamentales son: creatividad y espontaneidad. 

Tomado del Manual de Cinedrama para la Prevención de las Adicciones de María Carmen Bello. México 2012.